20 noviembre 2009

Esperar...


Hay veces en las que sientes la vida tan revuelta, tan desordenada, como cuando pasa un huracán y se lleva todo, y lo poco que deja esta hecho un desastre.



Es como si hubiera algo que te impidiera reorganizarte de nuevo.



De pronto sientes que te quedas sentado en una esquina viendo como todo avanza y tu, ahí, inmóvil, sin nada que puedas decir , solo observas, pensando cuando será tu turno de ser observado.



En ciertos momentos eres útil para hacer que otros sigan en constante movimiento, y eso hace que te muevas tambien tú, pero solo un poco, mucho menos que los demás, después... solo regresas a la misma esquina y continuas mirando.



Meditas... y puede ser que estés ahí por ser cobarde, por querer quedarte refuigiado ahí con tu soledad, pero también puede ser que te sientes frágil, débil y esperas que venga algo o alguien que te de la fuerza necesaria para mostrarte al mundo tal y como eres.


Pero lo único que te queda es esperar, y seguir participando en ese círculo vicioso, hasta que algo pase...

Mientras tanto solo queda seguir en pie.